sábado, 27 de noviembre de 2021

¿CÓMO SURGE EL TÉRMINO INTELIGENCIA EMOCIONAL?


La inteligencia emocional es un concepto que ha generado mucha controversia. En los últimos 50 años se han escrito cientos de libros y miles de artículos sobre el tema, gracias a su creciente popularidad tanto en el campo de la educación como en la vida profesional.

Hasta mediados del siglo pasado solo se tenían contempladas dos concepciones de inteligencia: la primera consideraba que era una capacidad general única, que cualquier persona poseía en mayor o menor medida. La segunda afirmaba que la inteligencia se podía medir a través de instrumentos estandarizados. 

No fue hasta la década de los ochenta que el doctor Howard Gardner, en su libro  Estructuras de la mente, señaló por primera vez que “no existe una inteligencia única, sino que dependiendo del ser humano, este posee varias inteligencias”. Esta idea evolucionó en obras posteriores a través de una “teoría de las inteligencias múltiples”, destacando los siguientes tipos:

1.    Auditiva musical

2.    Cinestésica-corporal

3.    Visual-espacial

4.    Verbal-lingüística

5.    Lógico-matemática. 

6.    Intrapersonal-interpersonal.

En 1990 los doctores Salovey y Mayer publicaron un profundo estudio sobre la inteligencia emocional, pero solo en 1995 Daniel Goleman popularizó el término con su libro titulado precisamente Inteligencia Emocional: ¿por qué es más importante que el coeficiente intelectual?. 

Goleman distingue que la inteligencia posee dos tipos de coeficiente: el intelectual y emocional. En este sentido, el autor deduce que  la inteligencia emocional es “la capacidad de identificar, acceder y controlar nuestras emociones, comprender las de los demás y las del grupo que nos rodea”.

>>> Te puede interesar: Inteligencia emocional: qué es y cómo promoverla en niños

La forma en que se mide la efectividad de la inteligencia es mediante el coeficiente emocional, que evalúa la capacidad para explotar nuestras aptitudes personales como la empatía, la confianza y la motivación, así como ciertas competencias sociales para comunicarnos y relacionarnos con los demás.

El estudio de Goleman es un referente importante, sin embargo, no debemos olvidar que se concentraba en la inteligencia emocional en la vida adulta y no en la infancia. Afortunadamente, la pedagogía de la época observó que no era en la mayoría de edad sino en la infancia donde la inteligencia emocional tenía mayores repercusiones.

2 comentarios: