1. Pensar en sus reacciones
Ante determinadas circunstancias, como por ejemplo una discrepancia que termina en una discusión, la IE puede marcar la diferencia entre distintas reacciones: la buena sería tratar de no tomárselo como algo personal, y la mala sería dejarse llevar por el enfado y terminar faltando el respeto a su interlocutor.
Efectivamente, las emociones pueden contener información útil para el funcionamiento personal y social, pero a veces estas emociones también pueden abrumarnos y hacernos actuar de maneras que después lamentamos.
2. Ver las situaciones como un desafío
Si somos capaces de reconocer las emociones negativas en nosotros mismos y de ver las situaciones difíciles como un reto —centrándonos en las emociones positivas y perseverando— lo más probable es que tengamos una alta IE.
3. Modificar sus emociones
Por supuesto, hay momentos en que las emociones pueden quitarnos lo mejor de nosotros mismos, pero si es una persona emocionalmente inteligente es probable que cuando esto suceda tenga las habilidades necesarias para controlarse.
4. Ponerse en el lugar del otro
Si usted es capaz de extender estas habilidades más allá de su propio funcionamiento personal, entonces esa es otra señal de que tiene altos niveles de inteligencia emocional.
La IE puede ser particularmente importante en puestos que requieren de un intenso "trabajo emocional", como la atención al cliente, un desempeño profesional en el que los trabajadores deben gestionar sus emociones y las de los clientes de acuerdo con las normas de la empresa. Aunque, en ocasiones un cliente decepcionado les esté gritando.
Excelente informacion
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