miércoles, 8 de diciembre de 2021

LA IMPORTANCIA DE DESARROLLAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE NUESTROS HIJOS EN EDADES TEMPRANAS.

Ir aprendiendo a reconocer los sentimientos desde que son pequeños es primordial. 

Ayudar a los niños a adquirir las habilidades que necesitan para aprender a manejar sus sentimientos es una tarea que debe empezar desde los primeros años de vida. Contribuirá a que se conviertan en personas empáticas y capaces de controlar sus propias reacciones y conductas. Y posibilitará un desarrollo pleno de su personalidad y autoestima. Por eso analizamos aquí este asunto con detalle y te damos las claves para promover en nuestros hijos la inteligencia emocional en edades tempranas.



“El impulso es el vehículo de la emoción y la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción”. Para Daniel Goleman, padre de la inteligencia emocional y autor de varios libros sobre este tema, ambos conceptos — impulso y emoción— están irremediablemente unidos.

Las emociones son estados internos que se caracterizan por la acción de pensamientos, sensaciones, reacciones y conductas. Son innatas, propias del ser humano. Son lo que nos convierte en seres sociales y nos sirven para comunicarnos y relacionarnos con los demás.

sábado, 4 de diciembre de 2021

CÓMO REACCIONAMOS ANTE LO QUE PASA A NUESTRO ALREDEDOR

 Según el psicólogo Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones humanas, podemos clasificarlas en varios grupos:

1. Básicas o primarias

Son las que experimentamos en respuesta a un estímulo externo: tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo e ira.

2. Secundarias

Se desencadenan por el contexto y las normas sociales y morales. Se producen siguiendo a las primarias. Por ejemplo, al sentir miedo, dependiendo de la situación que estemos viviendo, podemos experimentar, además, enfado o amenaza.

3. Positivas

Son las que afectan de manera satisfactoria a nuestro bienestar, como la alegría, la satisfacción y la gratitud.

4. Negativas

Obviamente, son las opuestas a las anteriores y, aunque afectan negativamente a nuestro bienestar, resultan esenciales y forman parte del proceso de aprendizaje. Entre ellas se encuentran el miedo o la tristeza.

5. Ambiguas

Se conocen también como emociones neutras porque, en principio, no nos pueden afectar ni positiva ni negativamente.

6. Estáticas

Surgen por manifestaciones artísticas como la música o la pintura.

7. Sociales

Son las que nacen a raíz de las relaciones que tenemos con otras personas y de lo que sentimos hacia ellas, como el orgullo o la admiración.

8. Instrumentales

Pueden parecer naturales, pero son aquellas que se manifiestan como fruto de la autosugestión, al someternos a ciertos contextos de manera voluntaria, para hacer que una parte de esa emoción influya en nuestra forma de comportarnos.

Esta clasificación nos sirve para conocer mejor lo que sentimos ante las experiencias que vivimos y, gracias a la inteligencia emocional, podemos identificar y gestionar las nuestras y las de los que están a nuestro alrededor.



viernes, 3 de diciembre de 2021

¿CÓMO PODEMOS FOMENTAR LA EMPATÍA EN LOS NIÑOS?

 

·         Siendo un ejemplo. Demostrando empatía, escuchándolos y acompañándolos cuando tengan un problema o no se sientan bien.

·         Dando importancia a todo lo que nos quieran contar.

·         Prestando atención a sus sentimientos, sin juzgarlos.

·         Aceptando que cada uno tiene sus propias emociones.

·         Expresando tus sentimientos y ayudándoles a entenderlos.


Además de la empatía, es imprescindible potenciar otros valores como la cooperación, la socialización, la asertividad, la resiliencia, el gusto por estar con los demás y disfrutar de la compañía de otros, para que sirvan de escenarios donde expresar lo que experimentan en su interior.


2 ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL AULA.

Estas son algunas actividades que te permitirán crear escenarios didácticos para desarrollar la inteligencia emocional en los niños.

1.  Historias con emoticones

Esta actividad le permitirá a los niños explorar no solo las emociones básicas (miedo, alegría, tristeza, enojo y asco), sino que podrán identificar otra gama de emociones más complejas y ampliar su rango de percepción y empatía cuando se enfrenten a dichas emociones en situaciones reales.


Para esta actividad requerirás: 

o    Conseguir o elaborar máscaras de emoticones que representen al menos diez emociones diferentes. 

o    Contar con una historia breve, pero conocida por todos (puede ser un fragmento de algún cuento clásico o la escena de una película infantil muy famosa).

La actividad consiste en que los niños interpreten la historia o fragmento de película usando una de las máscaras. Si la emoción que representa la máscara es tristeza o alegría, ¿Cómo debería ser interpretada la escena?

2.  Convirtiendo las emociones en arte

A los niños les fascina actuar e interpretar personajes, pero también les encanta expresarse creando cosas. Esta actividad le ofrece a los niños la oportunidad de proyectar sus emociones a través del arte y la cinestesia.


 

Para esta actividad requerirás:

o    Material suficiente para pintar: colores, crayolas o pinturas que los niños puedan manipular.

o    Recortes de revistas con gran variedad de elementos: rostros, paisajes, objetos fáciles de identificar.

o    Material para modelar: plastilina, arena, foamy moldeable o arcilla no tóxica. 

Antes de empezar, deberás escribir en varios papeles el nombre de al menos diez emociones. Cada alumno deberá sacar un papelito y guardarlo en secreto.

 

El trabajo consistirá en expresar la emoción que está escrita en el papelito a través de cualquiera de los tres recursos expresivos: pintura, recortes o material para moldear.

 

Dales a tus alumnos algunas ideas que les sirvan para orientarse y comenzar a expresarse. Al final, cada alumno presentará su obra de arte a los demás compañeros, quienes tendrán que adivinar qué tipo de emoción se quiso expresar.


jueves, 2 de diciembre de 2021

4 SIGNOS DE QUE TU INTELIGENCIA EMOCIONAL ES ALTA

1. Pensar en sus reacciones
Ante determinadas circunstancias, como por ejemplo una discrepancia que termina en una discusión, la IE puede marcar la diferencia entre distintas reacciones: la buena sería tratar de no tomárselo como algo personal, y la mala sería dejarse llevar por el enfado y terminar faltando el respeto a su interlocutor.

Efectivamente, las emociones pueden contener información útil para el funcionamiento personal y social, pero a veces estas emociones también pueden abrumarnos y hacernos actuar de maneras que después lamentamos.

2. Ver las situaciones como un desafío
Si somos capaces de reconocer las emociones negativas en nosotros mismos y de ver las situaciones difíciles como un reto —centrándonos en las emociones positivas y perseverando— lo más probable es que tengamos una alta IE.

3. Modificar sus emociones
Por supuesto, hay momentos en que las emociones pueden quitarnos lo mejor de nosotros mismos, pero si es una persona emocionalmente inteligente es probable que cuando esto suceda tenga las habilidades necesarias para controlarse.



4. Ponerse en el lugar del otro
Si usted es capaz de extender estas habilidades más allá de su propio funcionamiento personal, entonces esa es otra señal de que tiene altos niveles de inteligencia emocional.

La IE puede ser particularmente importante en puestos que requieren de un intenso "trabajo emocional", como la atención al cliente, un desempeño profesional en el que los trabajadores deben gestionar sus emociones y las de los clientes de acuerdo con las normas de la empresa. Aunque, en ocasiones un cliente decepcionado les esté gritando.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

LOS CIMIENTOS DE LA MADURACIÓN AFECTIVA

 La inteligencia emocional cuenta con 5 aspectos importantes que son la base del desarrollo afectivo:

1. Autoconciencia

Saber lo que sientes en un momento determinado y entender cómo esos estados de ánimo pueden afectar a otros.

2. Autorregulación

Cómo responder ante estas emociones, y disponer de los recursos necesarios para hacerlo de la manera más adecuada.

3. Motivación

Qué es lo que te mueve a alcanzar tus metas, superando sentimientos negativos.

4. Empatía

Ser capaz de entender cómo se sienten los demás.

5. Habilidades sociales

Descubrir y conocer qué tipo de comportamientos provocan una reacción positiva en los demás, para conectar con ellos y establecer relaciones personales sanas.

En resumen, la capacidad de expresar correctamente los propios sentimientos constituye una habilidad social primordial. Y hemos visto que, desde que son muy pequeños, los niños aprenden a gestionar las emociones a través de lo que ven en las actuaciones de los adultos que tienen a su alrededor.

Precisamente porque adquieren estos conocimientos por imitación de sus modelos de referencia, que son la familia y la escuela, es tan determinante la educación en inteligencia emocional en edades tempranas. Un trabajo que tendrá un gran valor en su futuro.